Para hablar sobre Labor Vieja necesariamente hay
que tener en cuenta tanto a la hacienda de Ojo de Agua de Solano como a la de La
Noria, pues de éstas es de donde surge el hoy en día bien conocido Ejido de
Labor Vieja.
Comenzaré diciendo que hace no muchos años, allá
por 1875 los terrenos que luego conformarían la hacienda de La Noria se
ubicaban dentro de los vastos confines de la hacienda de Ojo de Agua de Solano
ocupando solo una pequeña parte de la misma. Ante la decisión de vender la
hacienda lo más rápido posible, su entonces poseedor don José Encarnación Ipiña
había decidido fraccionarla, surgiendo como consecuencia de esto las siguientes
fracciones[1], cuyos
nombres hasta el día de hoy permanecen correspondiendo al de algunas de nuestras
actuales comunidades.
Primera – con el
mismo nombre de Ojo de Agua de Solano,
Segunda – con el
nombre de La Reforma,
Tercera – con el nombre de La Noria[2].
Figurando en esta última don Manuel Martínez como
su propietario[3]
allá por el año de 1891.
Por otro lado, como punto adicional es necesario también
hablar de la hacienda de Labor Vieja[4]. Una
entidad completamente por separado, esta contaba con una extensión de 394
hectáreas y lindaba en un principio con la hacienda de Ojo de Agua de Solano, y
después con esa fracción denominada como hacienda de La Noria al figurar don
Manuel Martínez como su propietario.
Hacienda de Labor Vieja - Mapa tentativo |
Una descripción del caserío también a principios de
la década de 1920, fue dada por el Ingeniero de la Comisión Nacional Agraria
(CNA) en su informe reglamentario relativo al levantamiento de datos para la
conformación del Ejido[6].
… en mi visita a ese lugar pude darme cuenta de que
el poblado llamado Labor Vieja está formado por un conjunto de casas sin
simetría, de humilde aspecto, que fueron construidas por ellos mismos o por sus
antecesores; se encuentran situadas a la orilla del cauce del Rio Verde y el
núcleo principal en terrenos de la Hacienda de La Noria que hoy se conoce con
el nombre de Rancho de Labor Vieja por haber vendido el propietario de aquella,
esta fracción; hay algunas casas del otro lado del cauce en terrenos de la
Hacienda de Tecomates y del mismo lado en una pequeña propiedad…
Así pues, por lo anterior puede verse que tanto el
nombre como el caserío de lo que hoy es el pueblo de Labor Vieja ambos vienen desde
el tiempo de las Haciendas, pues el nombre que actualmente lleva es el mismo
que ya desde aquellos tiempos tenía.
Llega a vislumbrarse en el informe reglamentario
de la CNA al final del párrafo arriba inserto, la procedencia del rancho de
Labor Vieja aún más allá de la hacienda de La Noria, pudiendo intuirse su
origen muy posible también dentro de los mismos terrenos de la hacienda de Ojo
de Agua de Solano, como un anterior fraccionamiento de la misma previo al de La
Noria.
Ahora bien… por lo ya visto se desprende que el
Labor Vieja en Ciudad Fernández que hoy en día bien se conoce no nació ayer,
tampoco nació con la creación del Ejido. Éste viene desde más atrás. El Labor
Vieja de hoy en día es el resultado del trabajo y esfuerzo de las muchas
generaciones que a través del tiempo han
pasado por este lugar.
*Artículo revisado. Dic. 21, 2016.
Fuentes
[1] La visión liberal de un empresario, p. 52, 2012. J.
A. Motilla Chávez. El Colegio de San Luis, A.C.
[3] Desastre económico o debilidad federal en los primeros gobiernos posrevolucionarios, p. 113, 2005. R. Castañeda González, A. Escobar Ohmstede, J. A.
Andrade Galindo. México, CNA, AHA, CIESAS, UAEMEX.
[4] Desastre económico o debilidad federal en los primeros gobiernos posrevolucionarios, p. 224, 2005. R. Castañeda González, A. Escobar Ohmstede, J. A. Andrade Galindo. México, CNA, AHA, CIESAS, UAEMEX.
[4] Desastre económico o debilidad federal en los primeros gobiernos posrevolucionarios, p. 224, 2005. R. Castañeda González, A. Escobar Ohmstede, J. A. Andrade Galindo. México, CNA, AHA, CIESAS, UAEMEX.