21 septiembre, 2015

La Hacienda de La Noria

La Noria
Casco de la Hacienda de La Noria - Fotografía actual

Tal vez no haya sido de las más grandes ni de las más importantes sin embargo en la región de Ciudad Fernández su fuerte presencia marcó toda una época en la vida del lugar.

Su casco se ubicaba sobre la margen izquierda del Río Verde, enclavado sobre la falda de un pequeño cerro.

Sus potreros, en 1902[1] se extendían hasta lindar con los de las Haciendas de Diego Ruiz, Ojo de Agua de Solano, Cieneguilla, Tecomates y Gallinas.

Su extensión de 2,314 hectáreas[2] se componía de las propias de la Hacienda de La Noria que eran 1,829 hectáreas, las 394 del Rancho de Labor Vieja (427 según medición de la CNA) y otras 58 de un tercer predio hacia el Oriente de este Rancho. De éste total de hectáreas 117 eran de riego, 520 de temporal y 1,677 de agostadero cerril. Además del Rancho de Labor Vieja conformaban a la Hacienda de La Noria otros potreros como el del Alto, la Rinconada, el Bajío, el Huasteco, etc.
La Noria
La Hacienda de La Noria - Mapa tentativo

Pertenecía a don Daniel A. Martínez casado con doña Dolores Santacruz. Éste la había heredado de su padre don Manuel Martínez. La Hacienda de Canoas también pertenecía a la familia y de la cual era dueño su hermano Ricardo. Su hija doña Dolores Martínez Santacruz casó con don Salvador Muriel Cabrera de la Hacienda de Peotillos.

Por ser la agricultura su actividad principal, explotaba sus tierras por el sistema de aparcería al igual que las otras Haciendas de la región, por lo que al momento de la cosecha ésta le recogía al trabajador una parte como partido, en tanto que para la limpieza de canales, compostura de cercas, caminos, etc., también ocupaba a sus mismos  arrendatarios o aparceros los cuales estaban obligados a prestar este servicio por pertenecer a la Hacienda.

La Hacienda de La Noria era una parte clave en la región. Proporcionaba fuentes de trabajo, aportaba bienes de consumo, contribuía al desarrollo del lugar, etc. Durante mucho tiempo representó una solución de vida en el lugar.





Fuentes
[1] Desastre económico o debilidad federal en los primeros gobiernos posrevolucionarios, p. 113, 2005. R. Castañeda González, A. Escobar Ohmstede, J. A. Andrade Galindo. México, CNA, AHA, CIESAS, UAEMEX.
[2] Informe reglamentario CNA, dotación Labor Vieja, pp. 25, 26 y 28.  A. J. Pérez. Marzo 9, 1928.

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