Antecedentes
Hoy en día es un destacado ejido dentro de la geografía de Ciudad
Fernández. Su origen se remonta a la Hacienda
de La Noria.
A principios de la década de 1920, el actual
asentamiento humano del hoy Ejido de Labor Vieja, era solo un humilde caserío[1]
donde precariamente vivían los trabajadores que laboraban las tierras de la
Hacienda de La Noria. En su generalidad solamente se componía de casas sin
ningún orden, de muy pobre aspecto, con gente de muy diverso origen llegada por
lo regular de las Haciendas vecinas e incluso desde más lejos.
El campesino por lo regular se acercaba a las
Haciendas en busca de trabajo. Cuando bien le iba conseguía del hacendado, a
través del administrador, el poder sembrar un pedazo de sus tierras y que por
lo cual al momento de la cosecha se le recogería como partido una parte de la
misma, pudiendo en algunos casos corresponder a la mitad de ésta o a una parte
de tres en otros, todo dependiendo del arreglo convenido.
Por otro lado, el trabajar terrenos de la
Hacienda también le comprometía a prestar obligadamente sus servicios en las
tareas que la misma requiriera ante la necesidad de mano de obra para limpieza
de canales, levantamiento de cercas, compostura de caminos, etc. Las jornadas
de trabajo eran largas e intensas y el jornal por lo regular bajo, sin embargo
podían vivir dentro de los terrenos de la Hacienda en casas que a bien pudieran
ellos mismos construirse con palos, piedras y lodo.
Ante tal situación de pobreza, y con el
reclamo de mejores condiciones de vida, fue que la gente del campo se vio
envuelta en una lucha armada, a fin de conseguir del gobierno cambios en las
leyes que les permitieran tener sus propias tierras, y que trabajándolas les
dieran directa y totalmente el beneficio de su esfuerzo.
Con el triunfo de la revolución, y en apego al
decreto de don Venustiano Carranza del 6 de Enero de 1915 en donde las tierras
de las Haciendas se podían reclamar para beneficio de sus propios trabajadores,
fue que entre la gente del campo, hubo quienes con temor y desafiando al hacendado
se atrevieron esperanzados a meter solicitud de tierras ante el gobierno.
De los primeros en hacerlo en la región de
Ciudad Fernández S.L.P. fueron los de
- El Refugio en Noviembre de 1921 con León Méndez a la cabeza
- La Reforma en Febrero de 1924 con Victoriano Martínez y Cornelio Ferrétiz
Con este antecedente, los del caserío del
Rancho de Labor Vieja perteneciente a la Hacienda de La Noria, entusiasmados e
ilusionados iniciaron también su trámite con don Eleno Medina al mando, en Marzo
de 1924.
Don Eleno, una persona que por azahares del
destino había llegado procedente del Rancho de La Tapona a ser parte de los
del caserío del Rancho de Labor Vieja al igual que muchos otros, era un
muchacho güero de ojos claros, inquieto, desinhibido, claridoso, de los pocos
que sabían leer y escribir. De acuerdo a la fecha grabada sobre su tumba, se concluye que en
ese año de 1924 contaba con 40 de edad. Esposo de doña Silveria Mejía, una
morena habitante de “el otro lado” (del río de ese lugar) emigrada del vecino
pueblo de Diego Ruíz…….
Fuentes
[1] Informe
reglamentario CNA, dotación Labor Vieja p. 2, A. J. Pérez. Marzo 9, 1928.
Megustaria que se adjuntara, cundo hubo la reubicación de casas donde viven ahora con respecto donde vivían originalmente
ResponderBorrar